El Parlamento Europeo aprobó el martes 7 de junio 2022 el informe sobre Turquía (como país candidato), correspondiente al año 2021. Dicho informe, del que soy ponente, fue ampliamente respaldado por 448 votos a favor, 67 en contra y 107 abstenciones.
El texto incide en que, a pesar de las reiteradas declaraciones de Turquía de que aspira a convertirse en miembro de la UE, en los últimos dos años el país ha incumplido sistemáticamente sus compromisos en relación con el proceso de adhesión. Un proceso basado en negociaciones que no se preveen reanudar si no se producen avances claros y significativos en las reformas relacionadas con la UE.
El Parlamento acoge con satisfacción la reciente y ligera mejora de las relaciones generales entre la UE y Turquía, especialmente en el marco de la agresión rusa a Ucrania. Esta mejora de la cooperación ha coexistido, sin embargo, con conflictos regulares con los Estados miembros vecinos a Turquía. El continuo deterioro de los derechos humanos en el país, así como ciertos comportamientos geopolíticos, son cuestiones que el Parlamento no dejará pasar.
Un extracto de mis declaraciones a los medios del Parlamento resume bien el contenido y la orientación del texto:
«Los valores y principios, que están en el centro de cualquier proceso de adhesión a la UE, no pueden quedar en segundo plano ante cualquier contingencia geopolítica. Por ello, el Parlamento -y espero que todas las instituciones de la UE- no permanecerá en silencio ante la actual espiral autoritaria del país. En lugar de recuperar la confianza -un activo muy necesario en las relaciones entre la UE y Turquía- ahora la estamos perdiendo; el veto irresponsable en la OTAN y las crecientes tensiones con los Estados miembros de la UE son signos preocupantes para el futuro, marcado por una situación preelectoral en el país. Si no hay cambios, difícilmente veo que el proceso de adhesión sobreviva otros cinco años»
Comparto también el vídeo de mi exposición del informe en la sesión plenaria, en español con subtítulos en inglés.